PROLÓGO DE PRINCIPIOS Y FINALES (Chiapas 2007)
Este texto no sé muy bien si va hacia la presentación o cierre de las crónicas chiapanecas, pero en todo caso me sirve a modo recordatorio de la experiencia vivida en las tres semanas que pasamos en México.
Nueve han sido las que he mandado desde Méjico, aunque diez fueron las escritas, pero siempre alguna tiene el vicio de pasear por el mundo telemático, así es la crónica que hablaba de nuestra increíble experiencia en los talleres que impartimos sobre Clown, dentro de la escuela de formación de promotores de educación zapatista, todavía no ha llegado de su viaje por Méjico, si algún día regresa, espero que lo haga ampliada con las experiencias vividas por su cuenta.
Otros dos escritos bajo la forma de anexos, han tenido que esperar a mi llegada a Galicia para acabar de plasmarse en una hoja: en uno de ellos dejo que toda la sentimentalidad desbocada que me generó la permanencia con los más pequeños de la comunidad invada la crónica sobre los niños zapatistas y, en otro, a modo de ejemplo, hablo de tres testimonios de abusos, e incluso asesinato, que el Estado aplica a diario en los hospitales Chiapanecos en contra de los indígenas. La única razón para no haber sido crónicas escritas en la selva fue la imposibilidad material de redactarlas allí mismo.
Los nueve textos publicados al completo en Galicia Hoxe y en otros medios como Diario de Pontevedra y Vieiros, tienen cierta historia detrás. Para empezar solamente dos pudieron ser escritas en la propia comunidad, ya que los constantes boicots que los Priístas realizaban al tendido eléctrico y los diversos trabajos que hacíamos allí, así lo impidieron.
El resto de escritos fueron hechos en diferentes días, después de un viaje de varias horas en la camioneta, estos viajes podrían nutrir por sí sola una crónica cada una, desde las amenazas de los Priístas hasta las conversaciones con los indígenas que iba subiendo a la 1redila, todas las anécdotas estaba más que justificadas en un texto
Por último, quiero agradecerle su apoyo al resto del equipo de Coperactiva, ya que sin ellos no sería posible este conjunto de palabras, y sobre todo a los periodistas, amigos y lectores que le han dado sentido al esfuerzo de escribir desde una selva indígena rebelde.
“La única palabra verdadera es aquella que camina…” Subcomandante Marcos
Iván prado. De regreso en Galicia del viaje nuclear jamás vivido.
Nota 1: “Redila”, camioneta que transporta á xente de Roberto Barrios a Palenque.