Crónica 0. DIAPOSITIVAS DESDE LA JUNGLA
1º Reflejo
Lleva días sin salir de la cabaña construida con plásticos y maderos, lo traen casi en brazos. Cuando llega, me lo presentan; no tendrá más de 8 años. Yo lo miro y una luz se enciende en su mirada.
Jasin está traumatizado; en la Jungla desaparecen niños constantemente. Viene de un lugar de conflicto permanente: Irak. ¡Pero hoy es el rey de la pista por una de esas casualidades de la vida! Sin pensarlo ni un segundo lo coloco en medio del show como un auténtico protagonista.
En este espectáculo conectamos con el público; hay verdad en la escena; la gente celebra cada gag, y hay risas por doquier, incluso desde la loma en la que la comunidad sudanesa ve el espectáculo, o tras las verjas del Container Camp. Pero por cuestiones del destino hoy hemos actuado para Jasin….
2º Reflejo
Ania quizás sólo tenga 4 años, pero su sonrisa ilumina un día plomizo y frío, entre las caravanas de las familias kurdas corren ríos de agua embarrada, pero ella se sube a mi boti-boti queriendo saltar como si su metro de altura equivaliese a mis 100 kilos. Yo le ayudo a sostenerse en mi estrambótico aparato, le miro a los ojos y de repente un chispazo me toca en medio del pecho, le pongo una nariz de payaso y algo cambia en el aire. Durante un instante se para el tiempo y el mundo desaparece, sólo quedamos Ania y yo… Hacía mucho tiempo q nadie me llegaba tan adentro.
3º Reflejo
Su restaurante, en la vía central de “La Jungla” se llama los 3 idiotas, son ingenieros paquistaníes, dentro un ambiente “Kusturika, se mezclan globos, con partidos en la tele, albombras de tigres de bengala con shishas árabes, nos reciben con sonrisas, abrazos y mucha alegría.
Por 5 euros comemos exquisiteces hasta saciarnos por completo.
Al salir del improvisado bar a la calle de tierra, tenemos la sensación de regresar de un túnel del tiempo, dentro se sigue escuchando la música árabe, fuera la impactante realidad de baños químicos y casitas de plástico, nos abofetea la conciencia.
Los tres idiotas , saben que nunca saldrán de allí, así que en medio de la desgracia y la injusticia han levantado un pequeño oasis de humanidad.
4º Reflejo
July era campesino en el cuerno de África, en el campo de refugiados más viejo de Europa ha creado una escuela de artes para sus vecinos, tres veces quisieron enrolarlo a la fuerza en una célula terrorista, la última vez en esas operaciones de reclutamiento forzoso dispararon a su vecino, y él salió de la casa caminando, nunca más volverá, pero alrededor de una estufa construida con bidones nos recibe con tanta amabilidad y cercanía que parece que estamos sentados en el porche de su casa en Sudán.
Fundido en negro
Mohammed era un joven afgano de 17 años, yo no llegué a conocerlo; de hecho si no se hubiera escondido en el eje del camión, la noche del 1 al 2 de abril que le llevó a una muerte traumática en las carreteras inglesas, quizás nos habríamos cruzado por las calles del campo de refugiados de Dunkerque.
Él ha muerto víctima de nuestras políticas migratorias y de la falta de humanidad de nuestros gobiernos, pero algo dentro de mí también ha cerrado por defunción cuando nos informaron que no podríamos actuar en el campamento porque estaban de duelo. Mientras tanto en las noticias sólo hablan de las costas del Mediterráneo…..
Pero este mar también está poblado de cadáveres, quizás el más descompuesto es el de la Unión Europea.
Créditos:
Hoy Calais no es noticia, después de que desmantelaran salvajemente la mitad sur del campo de refugiados, pero miles de estrellitas brillan entre sun tiendas de campaña, casetas y caravanas, vidas humanas con historias que tatúan de dolor este mosaico multicolor que llamamos Humanidad.
Crónica de Iván Prado, portavoz internacional de Pallasos en Rebeldía, sobre el campamento de refugiados de Calais (4/4/2016)