Crónica 2 dos Pallasos en Rebeldía dende Chiapas (Ano 2007)Crónica 2 de los Pallasos en Rebeldía desde Chiapas (Año 2007)
De saídas e traballos
Hoxe é o día. Partimos coa coordinadora de formación nunha longa viaxe en redila, que por suposto imos encher de anécdotas, ensaios, música festiva e, ás veces, bastante rebelde…
Rumbo a Tila e á zona alta de chiapas, onde existe o maior número de paramilitares de México e onde as comunidades zapatistas seguen a ser vítimas da represión e a impunidade paramilitar, pola nosa banda son moitas as emocións as que, a modo de fervenza, desbordan esta caravana.
En Joljá non hai ninguén esperándonos, nin promotores nin o coordinador que ten a tarefa de artellar todo o traballo. Despois de varias horas de ensaios improvisados baixo un sol de morte, chega o compa e podemos deixar as cousas no galpón que, como da outra vez, fará de casa para mestres. Un baño rápido no río e, con certa fame no bandullo, preguntamos como facer para comer, xa que fai máis de doce horas que non comemos nada…
Os compas están preocupados porque non chegaron os promotores para a formación e temos que esperar para o outro día e ver se poderemos facer o previsto. Agora, mentras escribo, danos a unha martelando e serrando as madeiras dos zancos dun curso que non sabemos se daremos, pero as ganas e as alegrías non nos abandonan.
Na casa na que nos deron de cear, a dona que me lembraba da outra caravana veunos recibir á porta e a darnos bicos sonoros. As súas palabras foron tan milagreras para o noso ánimo como os frijoles con ovos e café que despachamos nun abrir e pechar de ollos: “Moito nos alegraches na outra visita, quedamos tristes cando marchaches coas pallasadas. Estamos esperando que volvas pronto.” Eso dito por unha muller chol tradicional ten un mundo de significado para nós.
E aínda que polo camiño á cea os compas nos falaron dos últimos atentados dos paramilitares, feridos de bala, intento de incendio de cooperativas zapatistas…, no meu interior resoan con moita esperanza as palabras que un dos comandates do comité clandestino revolucionario indíxena me deu antes de marchar esta mañá. Sen paliacate nin pasamontañas explicoume que eles apoian totalmente o noso traballo, e que cren que xa é hora de que se enlisten os compas que queiran formar parte dos pallasos indíxenas zapatistas: “a outra vez que actuaron aquí foi moi importante para nós, habia moita tensión na comunidade e as compañeiras xa se olvidaran de rir. Necesitamos alegría no corazón para poder seguir na loita”
Nesas andamos, alegrando o corazón que loita.
Iván PradoDe salidas y trabajos
Hoy es el día. Partimos con la coordinadora de formación en un largo viaje en redila, que por supuesto vamos a llenar de anécdotas, ensayos, música festiva y, a veces, bastante rebelde…
Rumbo a Tila y a la zona alta de Chiapas, donde existe el mayor número de paramilitares de México y donde las comunidades zapatistas continúan siendo víctimas de la represión y de la impunidad paramilitar, por nuestra parte son muchas las emociones las que, a modo de cascada, desbordan esta caravana.
En Joljá no hay nadie esperándonos, ni promotores ni el coordinador que tiene la tarea de articular todo el trabajo. Después de varias horas de ensayos improvisados bajo un sol de muerte, llega el compa y podemos dejar las cosas en el galpón que, como de la otra vez, hará de casa para maestros. Un baño rápido en el río y, con cierta hambre en la barriga, nos preguntamos cómo hacer de comer, ya que hace más de doce horas que no comemos nada…
Los compas están preocupados porque no llegaron los promotores para la formación y tenemos que esperar al día siguiente y ver si podremos hacer el previsto. Ahora, mientras escribo, nos da la una martillando y serrando las maderas de los zancos de un curso que no sabemos si daremos, pero las ganas y las alegrías no nos abandonan.
En la casa en la que nos dieron la cena, la dueña que me recordaba de la otra caravana nos vino a recibir a la puerta y a darnos besos sonoros. Sus palabras fueron tan milagrosas para nuestro ánimo como los frijoles con huevos y café que despachamos en un abrir y cerrar de ojos: “Nos alegraste mucho en la otra visita; quedamos tristes cuando te marchaste con las payasadas. Estamos esperando que vuelvas pronto.” Eso dicho por una mujer chol tradicional tiene un mundo de significado para nosotros.
Y aunque de camino a la cena los compas nos hablaron de los últimos atentados de los paramilitares, heridos de bala, intentos de incendio de cooperativas zapatistas…, en mi interior resuenan con mucha esperanza las palabras que uno de los comandantes del comité clandestino revolucionario indígena me dijo antes de marchar esta mañana. Sin paliacate ni pasamontañas me explicó que ellos apoyan totalmente nuestro trabajo, y que creen que ya es hora de que se enlisten los compas que quieran formar parte de los payasos indígenas zapatistas: “la otra vez que actuaron aquí fue muy importante para nosotros, había mucha tensión en la comunidad y las compañeras ya se habían olvidado de reír. Necesitamos alegría en el corazón para poder seguir en la lucha”
En esas andamos, alegrando el corazón que lucha.
Iván Prado