Seguiremos circombatiendo, Anas
Han matado a un payaso, han matado a un compañero, han matado a un luchador. Anas al-Basha, el último payaso de Aleppo ha sido abatido hoy junto a un grupo de civiles. Tenía 24 años. Pese a la escalada incesante de violencia, Anas se había negado reiteradamente a abandonar la ciudad; quería seguir trabajando, seguir abriendo un resquicio de esperanza en medio de la barbarie, de la desolación, de la infamia.
Su peluca naranja era un blanco fácil. Con su disfraz y su sonrisa se paseaba por los cascajos, llevando regalos a l@s niñ@s, ayudando a las víctimas y tratando de darle sentido al absurdo de la guerra, portando algo de humanidad, algo de vida en medio de tanta muerte.
Lo previsible se ha confirmado. La aviación de la alianza rusa y el ejército de Al Assad han masacrado hoy a otro grupo de civiles, han apretado el botón para borrar del radar otro montón de puntitos que buscaban refugio. Entre ellos, esta vez, un puntito naranja, la peluca de Anas.
Pallasos en Rebeldía queremos expresar nuestra solidaridad con la familia de Anas al-Basha, Clown of Aleppo, RIP y hacernos eco de las palabras de su hermano, que son extensibles a tod@s los payas@s rebeldes del mundo: “Anas no era un terrorista, era un miembro activo de la sociedad que trabajaba día y noche para llevarle una sonrisa a l@s niñ@s siri@s”.
Anas se negó a irse con el circo a otra parte, su carpa era su casa y su casa era el lugar más peligroso del planeta. Su carcajada resuena todavía entre las ruínas de aquella ciudad devastada, de aquel escaparate de la sin-razón humana, de la locura del capital. Pero el terror, la guerra, la destrucción, no lograrán apagar tu carcajada, que es también la nuestra. La felicidad, la esperanza, la vida en definitiva, son armas de construcción masiva. Mientras perdure la destrucción seguiremos siendo necesarios, Anas. Indispensables. Nuestros puntitos naranjas, rojos, amarillos… son tan grandes como el mundo, como el corazón que los pinta.
Hacemos nuestras las lágrimas de tu hermano, Anas: “Estamos orgullosos de ti. Quizás estás descansando ya en paz, lejos de este mundo cruel”. En tu nombre, y en el de todos los pueblos oprimidos, los Pallasos en Rebeldía seguiremos metiendo las narices donde nos importa, seguiremos circombatiendo.
Gracias, Anas Al-Basha. El penúltimo payaso de Aleppo.
Pallasos en Rebeldía, 2 de diciembre de 2016.