#IDOMENI CARTA DE UN NÓMADA CIRQUERO DE TODOS LOS TIEMPOS
Carta de un nómada cirquero de todos los tiempos ( gallego que huyó del hambre a principios del s. XX, exiliado republicano en el 39, comunista alemán en el 40, judío polaco en el 41, homesexual italiano en el 42, gitano del Este en el 43, palestino en el 48, emigrante asturiano en el 49; mujer iraquí, afgana, libia, siria y africana en este siglo) a la ciudadanía consciente en todo el mundo.
Idomeni no es un campo de refugiados ¡es un campo de concentración! Pallasos en Rebeldía hemos actuado en la Zona Cero de la Humanidad, allí donde Europa ha firmado su acta de defunción. Pero donde los gobiernos trafican con vidas, donde las multinacionales prefieren los valores de Wall Street en vez de los valores humanos, donde el neoliberalismo levanta alambradas y pone ejércitos… ¡la Humanidad todavía brilla y resuena!
Alí me trajo cacahuetes; Asrah un bocadillo; Fátima organizó a sus hermanos y montaron una manifestación para que no nos fuéramos de su lado; Mohamed me regaló su sombrero de lana; cuando Lokonuk iba descalzo, para hacer reír Noor me regaló su zapato del número 36 roto, Dalia me invitó a fumar shisha con su madre, Sidi me invitó a entrar en su tienda de campaña…
En una gasolinera me subieron a hombros y me pusieron a bailar mientras gritábamos “Open the borders!”; en una estación de tren los padres traían a sus hijas en brazos para que las besáramos; en los caminos llenos de lodo nos abrazaban; en todos lados nos miraban con una sonrisa en los labios y agradecimiento en los ojos…
¿Por qué, oh querida sociedad civil, por qué donde Europa reparte miseria, abandono, desprecio e ignominia, las refugiadas regalan generosidad y dignidad? Porque la marea de seres que huye del tsunami humanitario provocado por la codicia de este sistema global de terror, está viva y plena de una sustancia mágica llamada humanidad. ¡Por eso y solo por eso!
Por eso mientras la policía griega nos pedía el pasaporte y nos echaba de las sentadas de protesta y los militares macedonios nos querían intimidar por hacer acciones contra la valla, las refugiadas agradecían la presencia de los Pallasos en Rebeldía. Porque los payasos somos ese puente entre los pueblos y las gentes, porque amamos la luz que brilla en la mirada del público, porque ofrendamos nuestra estupidez para que la gente recuerde la belleza del fracaso, el potencial del error, pero sobre todo porque los payasos abrazamos a la vida que somos y nos exponemos e, incluso nos desnudamos, para levantar una bandera de libertad y esperanza desde la risa y la alegría.
En Idomeni no hay baños, ni médicos, ni cobijo, ni comida, ni higiene suficiente pero hay humanidad de sobra para construir un mundo nuevo.
No hay futuro como especie sin la libertad de los pueblos, sin romper las cadenas del mercado y sin abrazar el tejido comunitario que somos. No hay futuro mientras se levanten Idomenis en nuestro nombre.
¡¡ABRAZA A LAS REFUGIADAS Y VENCERÁS!!!!
¡¡NADIE ES ILEGAL, SOLO EL CAPITAL !!